Un pescador encontró la escultura en sus redes
La imagen es clara. Un pescador encontró esta exótica pieza de escultura. ¿Un demonio? ¿Un tótem exótico? ¿Artes negras? ¿Una broma de mal gusto? Son muchas las preguntas que surgen a partir de este hallazgo.
No faltan quienes sostienen, desde una perspectiva supersticiosa, que se trata de un elemento mágico y anuncian analogías con historias como las de Howard Carter y la tumba de Tutankamón.
Otros, desde una óptica menos fantástica, sugieren hipótesis en las que, por ejemplo, un alumno de Artes Visuales que decidió deshacerse de sus trabajos y confió en que el río sería un fiel guardián.
Lo único seguro es que fue encontrado el jueves, a unos mil metros de la costa victoriense, capturado por el trasmallo de un pescador que al intentar retirar las redes para recolectar la pesca notó que se había trabado en algo, sin imaginar que se trataría de un objeto de aspecto tenebroso.
Consultado por La Semana en Uno, el autor del hallazgo, que prefirió mantener su nombre en secreto, comentó que en otras oportunidades había visto balsas con velas en la zona donde la bajante lo llevó a buscar suerte para encontrar esta “espeluznante” sorpresa.
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