jueves, 22 de octubre de 2009

¿Qué es estar sano hoy?

"Estado de completo bienestar físico, mental y social". Eso es estar sano hoy, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). No se trata sólo de la ausencia de enfermedades y análisis clínicos con resultados normales. No. Estar sano hoy tiene que ver con una armonía entre lo físico, lo psíquico y lo emocional. Un estado difícil de alcanzar, es cierto. Pero hacia allí se debe apuntar.
Esta concepción amplia de la salud tiene en cuenta que los cuadros emocionales y el contexto social inciden sobre el bienestar de las personas, más allá de que contraigan o no determinadas enfermedades.
Múltiples estudios confirman la interrelación entre ambos aspectos. El estrés laboral, por ejemplo, incrementa el peligro de sufrir infartos (puede llegar a provocar un aumento del 46% en el engrosamiento de las arterias, según un estudio de la Escuela de Salud Pública de Berkeley), por lo que es considerado un factor de riesgo tal como el sedentarismo o la mala alimentación.
Y así como el estrés afecta negativamente el "estado de completo bienestar físico, mental y social", algo tan simple como la risa puede llegar a alcanzar y mantener esa armonía. Según investigaciones de la Universidad de Stanford, reír 30 veces al día contribuye al buen estado de salud física y mental y constituye un escudo contra la ansiedad y el estrés.
Esta es la idea de salud que sostiene la psiconeuroinmunoendocrinología, el área de la medicina que combina psicología, psiquiatría, neurología, inmunología y endocrinología. Desarrollada sobre la premisa de que no puede estudiarse un órgano o una parte del cuerpo sin tener en cuenta a la persona en su totalidad, en su relación cuerpo y mente, esta disciplina apunta al estudio del sistema nervioso, contemplando el impacto que pensamientos, emociones y sentimientos tienen sobre la salud. Sólo así, sostienen sus impulsores, puede comprenderse qué es ser una persona sana hoy. Y aspirar a serlo.


Cinco claves para vivir más
  • Buena alimentación: una alimentación saludable y variada ayuda a prevenir enfermedades, mantenerse en forma y retardar los efectos del envejecimiento. En la dieta está, entonces, la primera clave para vivir más.
  • Actividad física constante: no sólo para cuidar la figura. También para mantener la vitalidad, ayudar al sistema cardiorrespiratorio y contribuir al bienestar general. Para vivir más y mejor, la actividad física es esencial.
  • Vida familiar y social: la OMS considera al entorno familiar un elemento esencial para la salud de todo individuo. Por lo tanto, si los afectos influyen en el estado de salud, cuidarlos es también una de las claves para vivir más.
  • Actitud positiva: más risa, menos estrés. Parece un tema menor, pero el optimismo y el buen ánimo contribuyen con el estado de bienestar general. Por qué no tenerlos en cuenta, entonces, cuando se trata de vivir más y mejor.
  • Mente entrenada: Leer, estudiar, desafiar al intelecto, desarrollar la curiosidad. Mantener la mente activa permite conservar la memoria y la lucidez, aspectos fundamentales para quienes aspiran a la longevidad.

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