martes, 10 de noviembre de 2009

No debemos contaminar ni derrochar el vital elemento, necesario para la subsistencia.

Sin agua no sería posible la vida sobre la tierra. Nos corresponde estar muy alertas, la falta de agua potable suficiente para satisfacer las necesidades de la población mundial, es una posibilidad cada día más cercana.
El agua es el solvente universal más activo conocido y gran numero de substancias metálicas, minerales, y orgánicas pueden disolverse en ella. De hecho lo hacen y están presentes en nuestros fluidos y en el interior de nuestras células. Nuestro organismo tiene en su constitución 80% de agua, por ese motivo es imprescindible para la supervivencia y la buena salud del ser humano. La falta de agua rompe el delicado equilibrio de la actividad orgánica y provoca la muerte en pocos días.


Si bien el vital elemento ocupa más de los dos tercios de la superficie del planeta( es que por ello debería llamarse aqua), solo el 2% del total es agua dulce y solo el 1,5% es potable. Además gran parte de esta agua potable esta concentrados en los casquetes polares y en las nieves y glaciares de las altas cumbres. La disponibilidad de agua potable es cada vez más escasa debido a la contaminación provocada por el hombre. Como fuentes importantes de contaminación del agua debemos mencionar:
-Los efluentes cloacales industriales y domiciliarios
-Las labores de minería, en especial las de cielo abierto
-El uso de insecticidas, pesticidas, y fertilizantes en la agricultura
-La lluvia acida, provocada por los gases de combustión en la atmosfera
-El arrastre y lavado del suelo debido a la tala de bosques.


Las industrias requieren una gran utilización del recurso y a la vez lo contaminan con sus desechos, los humanos para obtener las materias primas y los alimentos necesarios para la población en incesante e incontrolado crecimiento vamos deteriorando y disminuyendo la cantidad de agua potable disponible. Se debe contar con una dosis necesaria para la subsistencia (de 2,6 litros aprox. por persona por día). y ya en algunas zonas del planeta, solo es accesible para unos pocos. Esta realidad no tiene miras de mejorar sino más bien de empeorar. Y así la ingesta de aguas contaminadas con metales pesados y agentes patógenos ya está destruyendo, primero la salud de comunidades enteras, luego de regiones y países provocando enfermedades y gran mortandad obligando a los estados a destinar cada vez más cantidad de sus escasos recursos a tratar de disminuir sus efectos.

Mas no es ese el camino para solucionar este gran problema, reconocido éste como tal, deberíamos destinar antes esos recursos para revertir el deterioro en marcha, efectuando la purificación de las aguas residuales, mejorando la forma de explotar la minería, evitando la contaminación de las aguas y el uso de sustancias químicas en la agricultura.

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