
Compartir un techo con buenas amigas parece sonar ideal. Sin embargo, en la práctica se aprende que no sólo se trata de pasarlo bien y que el concepto de buena convivencia no es algo tan fácil de conservar. Por esto, te damos algunos consejos sobre cómo no transformar en caos esta amistad a tiempo completo.
¡No has lavado los platos!, ¿por qué no avisaste que me ibas a sacar esa polera?, ¡necesito silencio, no invites gente hoy día!
No hay mujer joven que al poco tiempo de irse a vivir con una amiga no haya pasado por alguno de estos conflictos. Porque a pesar de la cercanía y la confianza que trae consigo una amistad, es casi imposible mantener una perfecta armonía las 24 horas del día cuando hay más de un carácter compartiendo un mismo espacio. Poder sobrellevar estas diferencias se vuelve la clave para decidir entre un “mi mejor amiga” y un “hasta nunca”.
1.- Casi junto con la mudanza, lo primero que se debe hacer es establecer algunos acuerdos sobre los temas básicos, como la periodicidad de la limpieza de la casa, el pago de las cuentas y la comida. “Es súper importante tener una buena comunicación y dejar todo claro desde antes, entonces no hay que romper los acuerdos establecidos. Hay que pensar que cada una tiene sus propias costumbres, entonces muchas veces resulta complicado”, dice Florencia (21), que vivió dos años con una amiga.
2.-Respetar los espacios. Esto implica reconocer el espacio privado de cada una y el uso adecuado de los espacios comunes. Por más pequeño que sea el departamento o la casa, siempre va a haber un lugar que sea exclusivamente de una y otro sólo para la otra, ya sea pieza, clóset o baño. Es motivo de conflicto entrometerse en el espacio personal de la amiga sin pedirle permiso o avisarle previamente. Con respecto a los espacios comunes, es importante tener claro que les pertenecen a ambas por igual, por tanto ninguna debe acaparárselo. Para Florencia, el invitar gente es delicado. “Hay que tener muy claro cuando sí y cuando no. No disponer del otro y siempre respetar que el espacio es chico y es de las dos”, explica.
3.- En los espacios comunes es donde las manías de extrema limpieza o extrema suciedad tienen que apaciguarse, pues se hace necesario un equilibrio que permita un ambiente confortable para ambas. El que los platos sucios se acumulen en el lavaplatos es un detonante casi seguro de discusión, por lo tanto, es aconsejable tratar de que la torre de loza no necesite ascensor.
4.- Frente a todos los problemas que puedan surgir o a los defectos desconocidos de las amigas que se descubren sólo a través de la convivencia, sólo se puede recomendar la paciencia. Las personas perfectas no existen, por lo tanto, en vez de preocuparse de los errores, las manías o el genio de la amiga, es mejor acordarse de qué las hizo tan cercanas. Así se podrá lograr la tan ansiada armonía y se podrá disfrutar de mejor manera las ventajas que trae consigo la amistad puertas adentro. “Al final es tu partner que está en las buenas y malas, pasa a ser tu familia. Además de la nada puedes armar un panorama y salir”, sostiene Carmen (20), que ya lleva dos años viviendo con su mejor amiga.
la verdad que es muy buena esta nota en como llevarse bien con la amiga o con el amigo con quien vivan juntos.. muy buena nota
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