Debido a su gran imaginación, el miedo a la oscuridad es una emoción muy normal cuando los niños son pequeños

El miedo a la oscuridad es una emoción completamente normal cuando los niños son pequeños.
Esto se debe a que tienen un mundo imaginario y fantaseado muy grande: temen que los monstruos, fantasmas, extraterrestres, brujas, duendes, o cualquier figura imaginaria que ellos crean puedan aparecerse cuando la luz se apaga.
Un cambio intenso en sus vidas como una mudanza o la separación de sus padres, puede llevar a que aparezca este temor. ¿Cómo ayudar a los chicos a superarla? Con comunicación, acompañamiento y con el juego.
“Se puede jugar durante el día a que es de noche y mostrarle al niño que nada malo sucede en la oscuridad”, comenta la lic. Rosina Duarte, psicóloga Infanto-Juvenil.
Es bueno, agrega, poder compartir con los niños los temores que los adultos tenían durante su infancia y el modo en que lo fue superando, así el niño evitará la vergüenza y podrá saber que sus miedos se superan.
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